LOS CUATRO MOSQUETEROS DEL
GUAYAS
27 de Marzo de 1938, en la
piscina Campo de Marte de Lima, el equipo de Ecuador, con solo cuatro
competidores, conquistó el V Campeonato Sudamericano de Natación, superando a
las poderosas selecciones de Perú, Chile, Argentina, Brasil y Uruguay, que se clasificaron
en ese orden, protagonizando un suceso que conmocionó al país y causó
admiración internacional.
La natación era un
deporte con cierta popularidad en nuestro medio, pero que se desarrollaba sin
mayor técnica. Pocos años antes se habían construido en Guayaquil las piscinas
del Malecón, con dimensiones que no eran reglamentarias, y del Club Emelec, que
solo tenía 25 metros.
Pero este no fue un
obstáculo para que los nadadores ecuatorianos pudieran triunfar en Lima. Los
antecedentes del equipo no eran mayores: viajaron seis deportistas, teniendo
como dirigente a Jacobo Nahón, mecenas e impulsador del grupo, y como
entrenador a Arduino Tomassi, un profesor italiano que se había encariñado con
Ecuador.
Entre los nadadores
nacionales, los únicos que tenían cierta experiencia eran Luis Alcívar Elizalde
y Ricardo Planas Villegas, que habían competido en el IV Campeonato
Sudamericano de Natación en Montevideo, en 1937.
Ahí obtuvieron un segundo
puesto, Alcívar en los 100 metros libre, un quinto y sexto puestos Planas, en
1500 y 400 metros libre. Alcívar, además en 1935, cuando estudiaba en Cuba,
representó a ese país y ganó los 100 metros libre en los Juegos
Centroamericanos y del Caribe. Los otros integrantes eran los hermanos Carlos
Luis y Abel Gilbert Vásconez, de 18 y 15 años de edad, respectivamente, figuras
de Liga Deportiva Estudiantil; Pablo Coello Gutiérrez, quien no compitió, y
Tomás Ángel Carbo, nadador reserva y ornamentalista.
Cabe recalcar que los cuatro
mosqueteros del guayas fueron los pioneros y principales impulsores de la
natación ecuatoriana.
Inscritos por Guayas
Cabe indicar que por falta de
apoyo gubernamental, la Municipalidad de Guayaquil y la Federación Deportiva
del Guayas, junto a personas y entidades privadas, tuvieron que costear el
viaje del equipo.
En Lima, la Confederación
Sudamericana de Natación inscribió a la selección ecuatoriano como Federación
Deportiva del Guayas, pues en aquella época había un conflicto con el Gobierno
que quería intervenir en el deporte, tal como ocurre con frecuencia actualmente.
Más allá de los
conflictos, los muchachos llevaron orgullosamente el escudo tricolor en sus
uniformes y su triunfo fue dedicado al Ecuador.
Comienza el torneo
El 19 de marzo se iniciaron las
pruebas en medio de un desbordante entusiasmo.
5.000 personas colmaban los
graderíos del Campo de Marte, animados por la posibilidad de que Perú, que
tenía un fuerte conjunto que encabezaba Walter Ledgard, superara a las fuertes
representaciones de Argentina y Brasil.
Nadie tomaba en cuenta a
los ecuatorianos, que empezaron a dar sorpresas en las pruebas de
clasificación. En Guayaquil, las noticias llegaban por transmisiones radiales y
el público, en las calles, se agolpaba para oír por altavoces el desarrollo del
torneo.
El momento culminante
llegó el día 27, cuando Ecuador logró con 108 puntos el título de campeón,
quedando el segundo lugar para Perú, con 90. El nadador ecuatoriano Carlos Luis
Gilbert, el Grillo, ganador en 4 pruebas (200, 400, 800 y 1.500 metros libre),
se consagró como el mejor de Sudamérica; Luis Alcívar ganó los 100 metros
libre; y se triunfó en las postas 4 x 200 metros libre.
Los Cuatro Mosqueteros
Del Guayas
La hazaña de nuestros nadadores
en Lima tuvo resonancia internacional. La revista argentina El Gráfico, por
única ocasión en su historia, dedicó su portada a un ecuatoriano: Carlos Luis
Gilbert, en la edición del 27 de mayo. Además de la prensa sudamericana,
publicaciones norteamericanas y de Centroamérica destacaron éxito de quienes
desde entonces fueron llamados los Cuatro Mosqueteros de la natación
ecuatoriana.
El retorno a Guayaquil
fue apoteósico. La ciudad entera se volcó a las calles para vitorear a los
campeones sudamericanos. Y posteriormente, en Quito, el presidente-dictador,
general Alberto Enríquez, recibió a los deportistas en el Palacio de
Carondelet, mientras una multitud colmaba la Plaza de la Independencia.
La natación guayaquileña
le dio al deporte de Ecuador su primer triunfo internacional.